Los cerditos se encontraban en la plaza del poblado en el que vivían, cuando de repente se encontraron con el lobo que les empezó a perseguir hasta sus casa.
Primero se metieron en la casa del cerdo mayor, que era de ladrillos, cerraron la puerta y el lobo se quedó fuera enfrente de la puerta preparado para intentar destruirla a soplidos. El lobo empezó a soplar y al tercer soplido la casa salió volando y todos los ladrillos salieron por los aires, luego los cerditos se metieron en la casa de madera y cerraron la puerta. El lobo otra vez dispuesto a tirarla se preparó para soplar, contó hasta tres y empezó a soplar. Al cuarto soplido toda la madera de la casa salió volando hasta llegar a la plaza, por última vez fueron a la casa del tercer y último cerdo a la casa de paja. El lobo dispuesto como anteriormente a destruirla sopló, pero no podía tirarla, volvió a soplar y tampoco pudo, sopló una tercera vez y tampoco consiguió tirarla. En este último intento se puso morado y se ahogo y se murió enfrente de la casa.
ARTURO VALERO.

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